Aunque ya está jubilado, el profesor Giovanni Bonucci, ha permanecido vinculado a la universidad no sólo por las horas de clases que imparte en el Programa Ingeniería, sino también por el lazo que logró fortalecer con el tiempo al crear y fundar el Orfeón Universitario. Patrimonio artístico musical de la UNELLEZ San Carlos que ya cuenta con más de 24 años de labores ininterrumpidas.
El Orfeón Universitario, direccionado por el profesor Bonucci, tiene acostumbrada a su audiencia a disfrutar del inigualable talento vocal e interpretativo de sus jóvenes estudiantes unellistas de las diferentes carreras y programas académicos. Tan es así que autores nacionales y universales tienen un aliado en el Orfeón al quedar inmortalizados en las presentaciones magistralmente logradas.
Bonucci, como se le conoce en la universidad y fuera de sus linderos, se caracteriza por su amabilidad e invalorable conocimiento de la música y sus autores, ya su colección es encomiable. Su habilidad con las tecnologías le han permitido transitar por universos que lo estrechan más con su pasión por aprender y redescubrir.
Al lado de un gran hombre, una gran mujer, su esposa, la también jubilada profesora Margarita Martín de Bonucci, quien le ha acompañado en el Orfeón por más de dos décadas. Sus hijos Randi y Giselle, no han estado al margen de la vena musical de sus padres. En sus años juveniles muchas veces interpretaron el himno nacional "Gloria al Bravo Pueblo", el himno del graduando "Gudeamus Igitur" y el Himno de la UNELLEZ.
En los actos académicos celebrados en el Paraninfo Universitario e inclusive en las Extensiones Municipalizadas de El Baúl y Sanare, el Orfeón Universitario ha estado enalteciendo el gentilicio unellista. Ya es costumbre obsequiar tres piezas al finalizar los actos para deleite de las autoridades, graduandos y familiares. Un gesto bien recibido por la ovación de pie que normalmente se hacen acreedores.
Dada su trayectoria y reconocimiento a su labor cultural, el profesor José Alberto Villavicencio, Vicerrector de área, le hizo entrega el pasado 7 de diciembre de una placa merecida que alcanzó arrancar aplausos de los profesores y profesoras homenajeados por años de servicios. La emoción del profesor Bonucci no delegó tardías demostraciones de alegrías y felicidad. Su trabajo tesonero, humilde, comprometido era motivo de exaltación.
Los mediodías en el cubículo ensayando con integrantes que van y vienen; valían la pena. Se recogía de alguna manera los frutos y se trascendían las limitaciones. Por tanto, la placa era testimonio de un momento convertido en muchos instantes en lo que caía y se levantaba inyectado por la vitalidad, dinamismo y ganas de vivir y cantar de los orfeonistas que lo aman y aman al Orfeón. Felicitaciones Bonucci.
1 comentario:
Que lastima que ese tipo que se hace pasar por vicerrector le haya entregado esa placa a tan iklustre profesor. La unibversidad la acabo este tipo,
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