miércoles, 4 de enero de 2012

UNELLISTAS CONMEMORAN 152 AÑOS DE LA MUERTE DEL GENERAL DEL PUEBLO SOBERANO "EZEQUIEL ZAMORA", EPÓNIMO DE LA UNIVERSIDAD

LA VIDA DEL GENERAL EZEQUIEL ZAMORA



COYUNTURA DE LA ÉPOCA
En los años posteriores a las guerras de independencia, la oligarquía estuvo
dominando totalmente al país. Todas las ventajas eran para los caudillos
militares que se asociaron a la oligarquía y los terratenientes.


Sin embargo, la situación era un poco complicada entre las clases y las diferencias políticas, ya que, la independencia dejó algunas desigualdades sociales, crisis a nivel
económico, diferentes formas de pensar, y una gran prepotencia por parte de los
poderosos.

Era una época que reflejaba la lucha del pueblo por una sociedad igualitaria y democrática, para lograr que se les respetara su trabajo, sus conucos y a sus familiares. Existían atropellos por parte de los poderosos hacia el campesinado, una explotación incesante hacia los mismos, y el afianzamiento de la esclavitud.

La economía se basaba en el trabajo de la siembra de cacao y en el ganado, que realizaban los esclavos y peones de las haciendas ganaderas, vilmente maltratados por los dueños de éstas.
Al final de la guerra de independencia, la situación era muy difícil, ya no era la lucha por la libertad, no era solo el librarse del yugo español y ser dueños de su propia tierra… Ahora en ese momento, después de que se logró la libertad, gracias a los patriotas y a Simón Bolívar; que se logró la independencia del pueblo venezolano del reino español; y de formar una República, pese al fracaso de la Gran Colombia; se había logrado el sueño de libertad; pero durante la
época que sucedió la muerte de Bolívar, y de la que estamos describiendo ahora, ya la unión entre el pueblo se había desvanecido, ahora solo existía el interés particular o más bien de los particulares de tener el dominio del país y de su gente.


El país se había comenzado a dividir entre dos bandos totalmente opuestos en su filosofía política y forma de pensamiento, unos a favor del poder, de la ganancias, de los lujos, del interés propio, y de manejar al país a su antojos, ese grupo político era el conservador, el que imponía la esclavitud, la pena de muerte y la represión, y que dominaba en aquél entonces, el gobierno a través de José Antonio Páez. El otro bando era un grupo político sin mucha fuerza porque legalmente no estaba formado, era simplemente el grupo político de la oposición con pensamientos liberales, quienes a diferencia del conservador, estaba a favor del pueblo, de la justicia, de la abolición de la esclavitud y pena de muerte, de la reforma agraria, de la igualdad de los derechos para todos, de la revolución e igualdad de condiciones para todos.

Siempre hubo pequeñas manifestaciones hacia el gobierno conservador por parte del campesinado y esclavos, lo cual nunca les hicieron caso, y los reprimían, los maltrataban y los amenazaban incluso, con la pena de muerte. Fue una época en que se dejó de luchar ya por la libertad y en ser un país independiente, de dejar de ser una colonia, ya no era una lucha entre la colonia y el reino, era una lucha entre el mismo pueblo, una lucha de poder y de
igualdades, una lucha por el manejo del país con egoísmo o sin ello.

PRIMERA ETAPA DE SU VIDA
Ezequiel Zamora nace en la población de Cúa, estado Miranda, el 1 de febrero de 1817. En ese momento, Venezuela estaba pasando por una, muy difícil situación de miseria, y de crisis social y económica, a causa de la guerra de independencia. Sus padres fueron Alejandro Zamora y Paula Correa, oriunda de la Villa de Cura, y sus abuelos eran de la región de los llanos, de Calabozo.
Perteneciente al estrato de los “blancos de orilla”, eran una familia tradicional de la época, que no despreciaban a nadie por su raza, religión ni condición económica, y vivían en condiciones decentes, con pocos bienes pero si con lo necesarios, eran pequeños propietarios agropecuarios pero formaban parte de las élites oprimidas de la Venezuela colonial.



Debido a la situación que atravesaba Venezuela, una época de guerra, de persecución, de terror, y de lucha, Ezequiel Zamora empieza a conocer desde pequeño lo que es la represión política, a través de su padre, ya que éste era un oficial del ejército independentista. Zamora supo lo que era la entrega y la abnegación, así como también, el sacrificio humano. Zamora en su niñez, vivió dentro de un ambiente hostil y violento por las luchas contra España, pero habitaba en un pueblo muy tranquilo, en el cual, asistió a una escuela elemental rudimentaria, en donde, aprendió a leer y a escribir, y tener algunos conocimientos de aritmética y religión; aunque en ese tiempo Venezuela era un país totalmente analfabeta, le sirvió mucho ser la excepción, ya que más tarde pudo aprender alguna nociones de política.

Cuando murió su padre, Alejandro Zamora, quien murió como un soldado más, en 1821, en la lucha por la libertad, esto coincide con el final de la guerra y la expulsión de los colonizadores europeos, y se traslada con su madre y sus hermanos a Caracas, y continúa la escuela primaria lancasteriana, fundada por el pedagogo inglés José Lancaster; esa fue su única educación formal, en manos del maestro Don Vicente Méndez, una escuela ubicada en una esquina de Las Mercedes. La vida en Caracas fue un poco difícil para Zamora ya que tuvo que ayudar a su madre a las labores cotidianas, y por esa razón deja los estudios, peor va adquiriendo otro tipos de aprendizaje y experiencias en lo que llaman la “escuela de la vida”.

Zamora recibió ya en sus años de juventud, influencia y conocimientos de su cuñado, un francés llamado Juan Caspers, que huyó de Francia por la represión que existía allí y quien le habla y le relata todo lo relacionado con la situación revolucionaria en Europa, un asunto que le llamaba mucho la atención. Gracias a Caspers, aprendió mucho sobre la revolución, y la democracia. Poco a poco, Zamora va adquiriendo un a personalidad heroica, perseverante, altivo y enérgico; y se va interesando por la política, y por la justicia y la igualdad entre los pueblos.

Zamora comienza a viajar para los llanos y fortalece una amistad con el abogado José María García. Con él también aprende muchas cosas de los libros que García le obsequiaba y a través de ellos puso saber más sobre el derecho, la historia, la política y todo sobre las revoluciones y movimientos sociales creados por el pueblo, especialmente en Francia. Zamora hablaba mucho con su amigo García y desde entonces, empieza a sentir mucha sensibilidad por los problemas sociales, por la libertad, por los ideales democráticos e igualitarios.

EZEQUIEL ZAMORA EN VILLA DE CURA
Ezequiel Zamora vivió en la Villa de San Luis de Cura, hoy Villa de Cura, entre los años 1838-1846, en esa época era un pueblito de escasa población urbana, pero con mucha riqueza en su suelo, ya que existían grandes sembradíos, habían grandes latifundios ganaderos y agrícolas, era una tierra
con gran importancia económica para ese entonces. Había enfrentamientos entre los ganaderos, dueños de haciendas con los peones y esclavos, estos últimos sufrían de abusos y opresión, la gente humilde era reclutada para ser esclavos, y el Estado Oligárquico reprimía las protestas del pueblo. Zamora vivió toda ésta coyuntura y siempre estaba de parte del pueblo humilde y reprimido.

Zamora no estaba de acuerdo con la esclavitud, con algunas leyes que el Estado imponía, para él la democracia debía ser primero y los hombres ser libres de expresarse. Todo el pueblo corría hacia la casa de Zamora a expresarle su descontento con el gobierno, y Zamora convencido de que había
que vivir en democracia, le decía a sus vecinos que había que unificarse, luchar en contra de los que poseían el poder. Zamora al ver que el pueblo lo apoyaba en sus argumentos democráticos, realizaba algunas reuniones con peones y esclavos, en su casa de los llanos, y comenta sobre algunos artículos impresos en “El Venezolano”, que hablaban de los abusos de los poderosos hacia los humildes, como por ejemplo, que muchos ganados de los oligarcas destruían los conucos de los campesinos, y a pesar de les ofrecía indemnización, lo seguían haciendo.


ZAMORA Y SU PARTICIPACIÓN EN LA INSURRECCIÓN CAMPESINA DE
1846-1847
En cuanto a la insurrección campesina en el año 1846, Zamora ya era y se afianza como un héroe popular, el héroe de las masas campesinas, una figura muy destacada en la lucha anti-esclavista, anti-feudal y democrática. Para el pueblo, Zamora no era un simple guerrillero, sino un luchador revolucionario a favor del pueblo.

La insurrección campesina de 1846, comienza el 1 de septiembre de 1846, de una forma instantánea, sin planificación, espontáneamente, impulsivamente, por parte de las masas populares, a causa de la represión de la misma en los llanos centrales, y por la decisión del gobierno conservador de anular el resultado a favor de Zamora en las elecciones de 1846. Los primeros levantamientos fueron impulsados por las ideas democráticas de Antonio Leocadio Guzmán y acompañado de Ezequiel Zamora. Son ellos los principales promovedores de la insurrección campesina de 1846.

La insurrección campesina comienza con el alzamiento de Francisco José Rangel, un antiguo soldado de la guerra de independencia, acompañado de 300 peones de algunas haciendas importantes, de varios lugares del país; luego se van incorporando otros peones, esclavos y campesinos de otras haciendas en apoyo a los ideales y pensamientos de Zamora y Guzmán. Y así se van sublevando simultáneamente las masas populares, en cada ciudad, en cada pueblo, en cualquier parte del país, se fugan los esclavos, y el caos se apodera del país.

El 3 de septiembre los revolucionarios ocupan la hacienda “Yuma”, propiedad de un político de aquella época conocido por su tiranía, y por ser unos de los más reaccionarios de la oligarquía; allí liberan a todos los esclavos y a los peones y fusilan a todos los empleados de confianza del oligarca; y así hacen con muchas de las haciendas, a las que ellos llegaban, en cambio en otras, los propietarios ya habían huído por temor de ser asesinados.

Todos los campesinos, esclavos y demás insurrectos estaban armados con machetes, trabucos, garrotes y lanzas, trataron de ir a Villa de Cura, pero la ciudad estaba totalmente protegida, y fueron rechazados por el ejército del gobierno. Y así se van organizando, gracias a Francisco José Rangel, grupos armados revolucionarios en Valencia, La Victoria, Barinas, toda la zona que comprende hoy en día Ocumare de la Costa e igualmente, los Altos Mirandinos; también en Charallave, Calabozo, Maracay, El Pao, Tinaquillo y Cariaco. Ser sublevaron los campesinos de Tácata, Río Chico, Caucagua y el Tuy, y todos se incorporaron a la campaña revolucionaria que se extendería hacia los llanos, y se les uniría a Ezequiel Zamora.

Zamora les iba a demostrar a todos los que eran miembros del gobierno conservador, a los oligarcas, y al pueblo en general, que era un adversario tenaz, guerrero, inteligente, astuto, que no le tenía miedo a nada, que no le asustaban las balas, ni la cárcel, que no se dejaba atemorizar por nadie, ni mucho menos por los godos, y que mucho menos se dejaría sobornar. Con esta
actitud recia, decidida, seguro en si mismo, y fiel a su revolución e ideal democrático, Zamora llama a hacer la guerra y prepara su alzamiento.

ALZAMIENTO DE ZAMORA
En este proceso, Zamora se destaca en primer lugar, a pesar de su poca experiencia en el área, como un jefe militar, por sus proyecciones y estrategias muy bien formuladas, pero también se hace ver como un gran revolucionario, fiel a sus ideas pero conciente de lo que estaba promulgando, de sus objetivos y de lo que podía estar por venir. Fue un buen compañero de armas, muy unido a sus hombres de guerra, un abnegado compañero, y muy preocupado por sus
pueblo, por su país. Cuando empezaron los levantamientos campesinos en varias partes del país,
Zamora mientras estaba en La Victoria, se enteró de ello, y sale de esa ciudad el de septiembre junto con Manuel Ibarra, otro liberal que apoyaba los ideales de Zamora, con el propósito de enfrentar a los oligarcas a hierro y plomo. Se van rumbo hacia El Pao, pasa la noche allí y luego insta a todo su vecindario a unirse a la insurrección para liberarse del yugo oligarca.

El 8 de septiembre, se marcha hacia Tacasuruma, en donde también se les unieron vecinos y amigos, y finalmente llegan a Guambra, se reúnen en casa de un campesino amigo de Zamora, y discuten los planes y estrategia para enfrentar al gobierno, y así crear una era de felicidad para el pueblo, para todo el país. El 9 de septiembre se encuentran Zamora y Francisco Rangel en la zona
montañosa llamada Las Mulas, y reclutan a muchos hombres dispuestos a luchar contra el gobierno, reúnen gente de Los Leones y Caruto, entre los Estados Aragua y Guárico; de esta manera Zamora va organizando estas guerrilla y con armas en manos se van a enfrentar al ejército oligárquico, formando un ejército llamado “Ejército del pueblo soberano”.

Es importante destacar que dentro de las personas que reclutó Zamora para la insurrección, habían hombres del mal vivir, y él con su sensibilidad social, los educó, moralizó, y corrigió, y los llevó a las filas de la revolución, los integró al ejército, los convirtió en soldados, y en hombres útiles. Recorrieron todos los llanos y sabanas, liberaron esclavos, se les unieron más y más personas, y se combatían contra el ejército conservador… Zamora es el cerebro de este nuevo
ejército, unifica a casi todo un pueblo, y crea una fábrica de armas para sus hombres, los enseñó a cómo utilizarlas, seleccionó a los que iba a ser oficiales, y organizó un Estado Mayor. Zamora creó satisfactoriamente su ejército, y se fueron rumbo a San Francisco de Tiznados.............................

PARTICIPACIÓN DE ZAMORA Y EL DESENLACE DE LA GUERRA FEDERAL
Con la toma del poder de Julián castro, los liberales protestaron y no aceptaron el nuevo gobierno, porque vuelve la tiranía y la represión hacia el pueblo. Para ese momento, Zamora estaba en Curazao y se enteró de la situación por medio de sus compañeros y amigos que vivían en Venezuela; también tuvo contactos con los miembros del movimiento liberal quienes le dijeron que todos estaban dispuestos, incluyendo el pueblo, de enfrentar al nuevo gobierno y defender las medidas impuesta en los gobiernos de los
hermanos Monagas.

Zamora no pudo contener su rabia e impotencia y les dijo a sus compañeros que había que tomar la decisión de armar de nuevo una insurrección y evitar por todos los medios la vuelta de la tiranía al país; Zamora le dijo que había que prepararse para la guerra porque si esperaban iba a ser muy tarde. Es aquí cuando Ezequiel Zamora planea su primera estrategia desde Curazao y dirige la insurrección que se produce en Coro el 20 de febrero de 1859. Zamora planificó todo gracias a sus contactos que se encontraban en Coro y a su grupo de mensajeros de Curazao que iban desde allá hacia Coro y viceversa con las instrucciones y estrategia formuladas por Zamora para la guerra.

Todo esto Zamora lo hace a espaldas de su cuñado Juan Crisóstomo Falcón, quien al enterarse luego de los planes de Zamora se molesta pero a la final se une a la guerra. Definitivamente, Zamora es el gran jefe de la insurrección. Este luego de dos días de comenzar la guerra, viaja a Coro el 22 de febrero y toma el mando del alzamiento y se une a sus compañeros en la lucha contra el gobierno de Julián Castro. Zamora fue recibido por muchísima gente quienes le demostraban su cariño, su agradecimiento y le manifestaban su apoyo, y es tanto así, que la insurrección se extendió por toda la Provincia de Coro; y el Gobierno Provisional Revolucionario del Estado de Coro, nombró a Zamora como General de División y Primer Jefe del Ejército del Estado de Coro y del Ejército de Occidente. Con esta misión, Zamora se dedicó en la organización de las Fuerzas Armadas revolucionarias tanto de mar como de tierra, adquiriendo dos buques cuyos nombres eran “La Guaireña” y “El Coriano”, armó también sus estrategias, y otorgó las armas necesarias para su ejército de 2.000 hombres.

La Guerra Federal se fue extendiendo por todo el país, se formaron guerrillas para atacar al ejército del gobierno, y todas la provincias venezolanas se levantaron y se sublevaron los presos, de la cárcel de Barinas. Zamora dirige su campaña hacia las ciudades del centro, tomó Valencia, y deja a Coro libre en manos de su compañero, el Coronel Tirso Salavarría. En Valencia y a sus
alrededores, Zamora destruye un pequeño ejército del gobierno; luego se dirigió hacia Morón y El Palito, en donde atacó a sus enemigos de una manera minuciosa y sorpresiva. Aquí en El Palito, Zamora destruyó totalmente a sus adversarios y fue gracias a su estrategia que fue la de ocultar todos sus movimientos por toda la costa con mucha sagacidad y reserva. Después de este sangriento combate, se enterraron todos los muertos de los dos bandos.

Zamora se dirigió hacia Yaracuy, pasó por los pueblos de Chivacoa, Urachiche y San Felipe para tomar la plaza, y luego el ejército federal se fue a Barquisimeto, plaza tomada por Juan Crisóstomo Falcón, quien a pesar de tener diferencias con Zamora, organizó junto con él, el gobierno de ambas ciudades. Pero con esta acción, no se pudo, todavía, conseguir sacar del gobierno a Castro; éste estaba preparando un ejército mayor para poder derrotar a Zamora, lo cual, este estuvo atento a cualquier ataque en Barquisimeto pero como no sucedió, se dirigió hacia los llanos centrales, y fue bien recibido en Araure, Guanare, y abrió una operación en la plaza importante de Barinas, la cual fue atacada en la madrugada, donde Zamora le dijo al General Escobar: 5 “ “Viejo oligarca, godo miserable, no combatas con los enemigos de la República, ven a formar a nuestras filas, en las filas de la libertad” “.

En San Lorenzo, Zamora esperó a sus enemigos, los cuales entre ellos se atacaron, Zamora se retiró de San Lorenzo y vuelve a Barinas, combatiendo allí casi todo el día. En el caserío de Guerrilandia, se emprende una serie de disparos entre ambos bandos, y Zamora decidió retirarse de esa comunidad, y se fue de nuevo a la plaza de Barinas para convertirla en un verdadero Estado político. Julián Castro renuncia y le cede el poder a Manuel Felipe Tovar.


Batalla de Santa Inés
Ezequiel Zamora, como General en Jefe y Generalísimo de los Ejércitos Federales de la República de Venezuela, tenía en mente librar otra nueva batalla: la batalla de Santa Inés. Con sus tropas se fue a San Carlos a promover esa lucha y llegó hasta Apure, convenciendo al pueblo de cooperar para la realización de esa batalla. Para ello, levantaron un plano de Santa Inés para ver como estaba formado ese territorio, y para ver hacia dónde se podían replegar toda la tropa; en donde podía construir trincheras y cómo sería su estrategia. Santa Inés era un pueblito que estaba ubicado a 36 km de Barinas, en el Estado Barinas, comprendido por un conjunto de caseríos y ranchos construidos entre selvas y llanuras.

La Batalla de Santa Inés es una de las batallas más importantes que se dio dentro de la Guerra Federal, la cual fue magistralmente dirigida por Ezequiel Zamora. Esta batalla se inició en 10 de diciembre de 1859, después de reunirse con su ejército en Guanare, luego de las batallas que libró con éxito en los llanos centrales, para crear un nuevo ataque y dominar totalmente a Barinas. Ezequiel Zamora y Juan Crisóstomo Falcón deciden trasladarse de nuevo a Barinas con sus fuerzas armadas, y son seguidos por el ejército central al mando del General Pedro Ramos, para perseguidor y batirlos.

El ejército de Zamora se dirige por órdenes del caudillo, hacia La Palma a vigilar al enemigo, ya que el ejército de Ramos había pernoctado allí para avanzar hacia Santa Inés (sin saber lo que le esperaba allá), Zamora con creatividad e imaginación estudia militarmente el terreno de La Palma y vió las ventajas tenía el mismo para armar una estrategia, para acabar definitivamente con el ejército centralista.

La estrategia que armó Zamora consistía en una “acción retardatriz”, es decir, un movimiento de las tropas de Zamora en retroceso, repartidos en varios puntos: 1) La Palma; 2) Trapiche; 3) Caño El Palito; 4) La Encrucijada y 5) Santa Inés. Zamora colocó a sus tropas en líneas en cada zona antes mencionadas, cuyos terrenos eran difícil de visualizar, con muchos obstáculos naturales… Zamora con esta estrategia quería hacerle creer al ejército de Ramos que en cualquier momento se podían conseguir a las fuerzas liberales y atacarlos en cualquier momento. La idea era que mientras avanzara Ramos, retrocediera Zamora, haciendo que los hombres de Ramos se
cansaran de atacar, debilitarlos progresivamente, y que no pudieran descifrar..................................


LOS ÚLTIMOS DÍAS DE ZAMORA
Zamora continuó con sus planes hacia el centro, su objetivo fue la de reinstalar el poder democrático en Guanare, Araure y pueblos cercanos; hasta que continuó su camino hacia San Carlos. Los defensores de San Carlos estaban enterados de todo lo que había pasado en llano adentro, de la derrota de la oligarquía y de su ejército en Santa Inés.

La operación de Zamora en San Carlos comenzó el 3 de enero de 1860 y comentó sus planes a todos los revolucionarios de La Sierra de Carabobo, Llanos del Guárico y Sierra del Sur, en Aragua, en donde pidió colaboración a que se incorporaran junto con su ejército hacia el objetivo final: tomar Caracas. Zamora toma la plaza de San Carlos y poco a poco cayó el poder de la oligarquía allí. Los federalistas atacaron las fortificaciones y ocuparon varias de las plazoletas de esa ciudad. Esa acción fue esperada por Antonio Guzmán Blanco y Juan Crisóstomo Falcón porque al ocupar la ciudad por el Ejército de Zamora, el pueblo proclamaría a Falcón Presidente Provisional de la República.

El ambiente en San Carlos olía a traición, Zamora no la intuía, pero no dormía tranquilo… creía que no le podía pasar nada malo después de salir airoso de tanta situaciones bélicas. A un mes de aniversario del triunfo en la batalla de Santa Inés, y esperando recibir una capitulación por parte de los defensores de San Carlos, éste salió a organizar dicha entrega de rendición, a San Carlos, temprano en la mañana. Luego se fue a casa de la familia Acuña en donde iba a almorzar pero tuvo que salir repentinamente y les dijo: “ya vengo…” Esas fueron sus últimas palabras… cerca de unas trincheras ubicadas cerca de la Iglesia de San Juan, territorio dominado por el ejército federal, muere Zamora el 10 de enero de 1860, a causa de una bala en la cabeza, cerca del ojo
derecho, que provenía de quién sabe dónde… Se dice que Zamora fue vilmente asesinado por un Coronel de apellido Morón, y que los autores intelectuales del asesinato fueron sus “amigos” Juan
Crisóstomo Falcón y Antonio Guzmán Blanco, por intereses particulares.

El pueblo no pudo creer lo sucedido, estaba consternado, el panorama había cambiado para el ejército federal y para el pueblo. Juan Crisóstomo Falcón tomó el mando de la Guerra Federal que terminó en 1863. Los restos del General Ezequiel Zamora se encuentran en el Panteón Nacional. Dentro de la memoria del pueblo venezolano siempre se ha recordado a Ezequiel Zamora, quien queda en la historia como un gran revolucionario, valiente y con mucho ímpetu. Zamora simboliza, como ningún otro prócer de nuestro país, la igualdad social y la insurrección armada para lograr esa igualdad, esa justicia entre todos los venezolanos. Ezequiel Zamora, es el gran líder y caudillo que impulsó la democracia de nuestro país y el trato justo hacia toda la clase humilde y campesina de nuestro país.

MATERIAL TOMADO DE: http://www.alianzabolivariana.org/pdf/La_vida_de_Zamora.pdf

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