lunes, 6 de octubre de 2008

LA UNELLEZ: UNA TAREA PARA LA HISTORIA

LA UNELLEZ: UNA TAREA PARA LA HISTORIA


“A quienes estén impacientes por realizar el cambio
sin advertir las dificultades, les resultará tedioso
entrar en consideraciones referentes a la enseñanza,
la investigación científica y otros temas similares.
Pero sin ese previo esclarecimiento, cualquier refor-
ma se derramará en un mar de infecundas buenas
intenciones.” Risieri Frondizi


No cabe duda, que los ilustres pensadores y constructores de la UNELLEZ tuvieron como motivo principal promover los estudios agrícolas y ambientales como la forma más eficaz y directa de afrontar las miserias del ordenamiento socioeconómico del momento venezolano, para proponer soluciones viables que habrían de servir a los planificadores del desarrollo nacional y, fundamentalmente, para formar a la generación de nuevos técnicos y profesionales universitarios que tendrían la responsabilidad de producir y conducir los cambios necesarios.

Porque la UNELLEZ -necesario es reafirmarlo- nació para hacer sustanciales contribuciones al desarrollo del país, a través del aprovechamiento racional de los recursos humanos y naturales. Así lo dejan ver los aportes que en este sentido hicieron eminentes universitarios comprometidos con la fundación y desarrollo del proyecto universitario zamorano.

El Dr. Carlos Emilio Muñoz Oraá, por ejemplo, encabezó, en 1971, el movimiento que solicitaba el establecimiento de estudios agropecuarios a nivel universitario en Portuguesa, para lo cual se pensó en una extensión de la Universidad de los Andes (ULA) a esta región del país. Esta iniciativa no prosperó debido a que el estado Portuguesa no está comprendido dentro del área de regionalización de Corpoandes ni de los planes de expansión inmediata de la ULA, como sí lo están los estados Trujillo, Táchira y el mismo Mérida. Ante tal situación adversa, Muñoz Oraá no renuncia en sus intenciones de promover estudios superiores en su Estado natal, y se impone la tarea de buscar otras vías que permitan a los estudiantes de los ciclos diversificados de la educación media en Portuguesa orientar sus intereses y vocaciones hacia los estudios agropecuarios y ambientales.

Es así, como Muñoz Oraá presenta su proyecto sobre un Núcleo Experimental de los Llanos Occidentales (Mérida: ULA, 1973), como un medio para formar los bachilleres que, pudiendo incorporarse al mercado de trabajo, también puedan ingresar a las instituciones de educación superior con una formación sólida en materia agropecuaria y ambiental. Y es que, precisamente, en ese sentido fue concebido el programa de estudios del Proyecto de Muñoz Oraá, cuando en los objetivos del Núcleo se establece que el mismo estará dirigido a formar “operarios agroindustriales y bachilleres agropecuarios”.

En su proyecto de Universidad Rural de Barinas [1974], el Dr. Manuel Vicente Benezra plantea que el país debe prepararse para alcanzar una superior etapa de su desarrollo, lo cual debe significar un máximo bienestar material y espiritual del pueblo; esto, por supuesto, no se logrará si el sector agrícola, en su conjunto, no supera las deficiencias que en la actualidad acusa. Prevé Benezra, que para el año 2000 la población se habrá duplicado, lo que plantea la necesidad de producir más y mejores alimentos para cubrir esas necesidades, y que ello será posible no aumentando el área cultivable, sino a través del incremento extraordinario del rendimiento por unidad explotada, sea ésta por hectárea o por animal. Necesario será incorporar nuevas tecnologías de producción, lo que se lograría formando a los técnicos y profesionales que las creen, las difundan y capaciten a los productores para que las usen; todo esto, sin descuidar la capacitación de campesinos y empresarios, a través de una eficiente asistencia social para aquellos, y de actualización tecnológica para estos.

El Dr. Felipe Gómez Álvarez aportó sus excelentes sabidurías que acopió durante tantos años de trabajo disciplinado y directo en el campo venezolano. En el estudio de factibilidad que hizo posible la creación de la UNELLEZ (1975), Gómez Álvarez –quien tuvo participación relevante en ese estudio- propone que se considere lo que será la agricultura y el agricultor venezolano en los próximos 20 años, donde se analice cómo debe ser el agricultor del año 2000; porque la agricultura de ese año debe ser altamente tecnificada, basada en la investigación y realizada in situ, con el uso de las nuevas tecnologías que la humanidad haya podido desarrollar, o que los profesionales y técnicos de la UNELLEZ hayan podido crear o adaptar para ser aplicadas en la región.

Sostenía Gómez Alvarez, que el agricultor del año 2000 tiene que ser un hombre totalmente distinto al actual, y que la UNELLEZ tiene la responsabilidad de formar a ese agricultor. Por otro lado -afirmaba el rector fundador de la UNELLEZ-, se debía prestar especial atención al campesinado, para que a través de cursos de capacitación, se pudieran convertir en factor de producción, y porque, además, el esquema de desarrollo agrícola al que aspiramos no se fundamente sobre la base de la gente menos capacitada.


Estos pensadores y ejecutores del proyecto más revolucionario que en materia de educación superior agropecuaria y ambiental se concebía hasta el momento en el país, echaron las bases de lo que ha podido dar inicio al proceso de redención del campesinado y del propio desarrollo de la actividad agroambiental. Pero -lamentable es decirlo- el proyecto no avanzó más allá de los dos primeros periodos rectorales de la naciente universidad llanera.

La abulia y la desmedida y aberrante ingerencia del factor político partidista dieron al traste con ese hermoso proyecto universitario. Toca ahora retomar aquellas ideas constituyentes de la verdadera Universidad que Siembra, para devolver al país la merecida oportunidad de reiniciar el proceso, deslastrándolo de los vicios del pasado. Entra la UNELLEZ, ahora, en una nueva etapa de su original compromiso de incluir a un mayor número de bachilleres a un proyecto de mayores ofertas académicas para beneficio de la región y el país, con lo que se estaría dando cumplimiento, primero, a su naturaleza de institución universitaria experimental, lo que precisa de ella la exploración de nuevas y más amplias actividades académicas –docencia, investigación y extensión-; y luego, su condición de Universidad Nacional la compromete con los planes de desarrollo académico que en materia de Educación Superior adelanta el Gobierno Nacional, a través de la Misión Alma Mater, que es un proyecto dirigido al mejoramiento de la calidad y de la equidad de la Educación universitaria en Venezuela.

Sirva esta crónica para rendir merecido homenaje a todos los que participaron en la construcción del revolucionario modelo universitario que representó la “Ezequiel Zamora” en su momento de fundación; especialmente, a sus autoridades fundadoras: al rector Dr. Felipe Gómez Álvarez y los vicerrectores Juan de Dios Rivera Galvis (Apure), Martín Ramírez Blanco (Barinas), Israel Tineo Gamboa (Cojedes), Pedro José Urriola Muñoz (Portuguesa) y Humberto Jiménez González (Servicios). A toda la familia unellista en los Llanos Occidentales, ¡Felicidades por estar arribando nuestra institución universitaria –el 07 de octubre del 2008- al XXXIII Aniversario de su fundación!

Dr. Livio Muñoz Oraá
Profesor Titular Emérito
Cronista Oficial de la UNELLEZ

Se agradece a la Lic. Mercedes Cuevas, Jefe de Prensa y Relaciones Públicas de la UNELLEZ GUanare, el envío de ste material a paropósito de cumplirse los 33 años de nuestra casa de estudios superiores.

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