Prensa MPPEU (02.08.12).- Clementina Acedo, directora de la Oficina Internacional de Educación (OIE) de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), calificó como verdaderos retos los temas de la educación para la paz, derechos humanos, desarrollo sustentable y la equidad en la educación, tratados en su ponencia “Educación, multiculturalismo y paz”, dictada en el marco del Primer Curso Introductorio a la Maestría en Educación Comparada, que se realiza hasta este viernes en el Centro Internacional Miranda (CIM), en Caracas.
“El tema de la equidad es el mayor reto para la educación latinoamericana. Lograr esta meta significa proporcionarle a quienes son menos favorecidos la posibilidad de que cuenten con una educación de calidad”, apuntó.
En cuanto a la educación para la paz, destacó su importancia en el contexto de solventar los conflictos no sólo a nivel escolar sino de la sociedad, mientras que en el área del desarrollo sustentable y sostenible señaló que “es un reto, en el sentido de lograr un impulso que beneficie a todos los venezolanos, que sea acorde con las necesidades de nuestro propio ambiente, con lo cual uno defiende, de alguna manera, los intereses de la futura generación”.
Seguidamente, resaltó el tema de los Derechos Humanos: “La educación es un derecho y como tal debe ser de calidad para todos, sin obviar su vinculación al desarrollo de la ciudadanía”.
Sobre las políticas educativas que impulsa el Gobierno Bolivariano, a través del Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria (Mppeu), referidas a la calidad con pertinencia, Acedo subrayó su importancia al manifestar “que la educación universitaria tiene que responder a las necesidades del país, de aquellas personas que estudian (…) porque no tiene sentido una educación universitaria que no prepara para el trabajo o para tener una actitud emprendedora (…) es decir, la educación debe ser pertinente y tiene que ser de calidad en el sentido de que tengan la posibilidad o de seguir a otro nivel educativo o de insertarte de una manera productiva en la sociedad”.
También se refirió al informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes o Informe Pisa, resaltando que aporta datos a los países sobre su ubicación “no sólo en comparación a otros, sino que hay muchos datos que a nivel de las escuelas son relevantes para saber cuáles de ellas son vulnerables y cómo les está yendo”.
No al Informe Pisa
Luis Bonilla, viceministro de Planificación Estratégica del Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria (Mppeu), resaltó el sentido de la Maestría en Educación Comparada, al ser el primer producto académico del proyecto Alba-Educación, de un proceso de integración desde la realidad Latinoamericana y del Caribe, haciendo lo propio con el recién ingreso de Venezuela al Mercado Común del Sur (Mercosur).
“Esta maestría estudia los sistemas educativos. Este producto se va a presentar al Mercosur para ir avanzando en materia académica en estos terrenos. La Unesco juega un papel fundamental en el análisis de la perspectiva educativa; ahora bien, en el caso de Venezuela hemos expresado nuestra posición en relación al Informe Pisa, no estamos interesados en aplicarla. No es un mecanismo para trabajar en todo el tema del desarrollo de nuestra propuesta educativa. Igual lo hemos afirmado en cuanto a algunas pruebas de medición y de calidad de la educación que no dan cuenta de lo que está ocurriendo”, expresó.
Seguidamente, ratificó el hecho de que se quiere que la Maestría en Educación Comparada sea parte de todo el proceso Unesco, “pero con la misma alegría que buscamos esta articulación, decimos que tenemos una posición clara, firme y contundente en cuanto a algunas propuestas que maneja el Comité Ejecutivo de la Unesco, con las cuales el Gobierno Bolivariano de Venezuela ha expresado públicamente su desacuerdo”.
Resaltó la existencia de dos discursos para poder, a partir de este posgrado, avanzar en el “trabajo desde la educación, la construcción de un país libre, soberano e independiente que le pueda garantizar a las futuras generaciones, un país de desarrollo pleno y de felicidad absoluta”.
Mientras tanto, Pedro Henríquez Guajardo, director del Instituto Internacional para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (Iesalc)- Unesco, sobre su ponencia “Las políticas multilaterales y la educación”, destacó que fue preparada con dos fuentes de información: una relacionada con las ideas estratégicas que se están desarrollando en el interior de la Unesco sobre cómo la educación enfrenta los desafíos del siglo XXI, mientras que la segunda está basada en su propia experiencia en la universidad.
“Lo que me preocupa -en cuanto al tema- es que al igual existe una bibliografía muy escasa; todas están muy vinculadas a lo esporádico que resulta las reuniones o cumbres presidenciales y de jefes de Estados. Sin embargo, como mi trabajo está centrado en América Latina me interesa que se conozca la experiencia que tenemos acá y que no está tan retrasada como muchos autores o personas piensan (…) nosotros vamos muy avanzados en muchas cosas y quiero rescatar muchas vivencias porque considero que existen muchas personas que están educando y realizando análisis de comparación que pueden influir en las decisiones políticas de los países”.
Con respecto a su ponencia, apuntó que no sólo se refería a lo multilateral, porque no considera apropiado concentrarse sólo en esta área, ya que existen aspectos “bilaterales entre países que tienen su realidad; por ello, hablé de la gobernanza y de la definición que cada uno haga de su sistema. No le cierro la puerta a la posibilidad de desarrollo individual de cada realidad”.
Maestría necesaria
En el mismo ámbito de la educación comparada, se pronunció Cristian Pérez Centeno, coordinador de Posgrado de la Universidad Nacional de Tres de Febrero, de Buenos Aires, Argentina, a través de su ponencia “La educación comparada y la educación universitaria en Latinoamérica”, en la cual afirmó que la historia de este tema en la región es “muy pobre. No ha habido cátedras dedicadas a la educación comparada ni investigación; ha sido más bien asistemático (…) algunos estudios que se han realizado en distintos países, pero nunca se ha logrado conformar una comunidad académica y de investigación que realmente haya desarrollado el campo de la educación comparada”.
- Y eso ¿a qué obedece?
- Por un lado, a una tradición académica desvinculada de la educación comparada y por el otro, las dictaduras en América Latina han impactado muy fuertemente en el área de la investigación, con lo cual no ha habido mucha investigación. Apenas a fines de los años 80 se ha configurado una serie de comunidades académicas (sociedades nacionales) vinculadas a este tema; incluso, se organizó un Congreso mundial en 1987, en Brasil, que permitió constituir la primera sociedad nacional (…). La historia entre la educación comparada y la universidad es una historia más bien de ausencia que de presencia; a diferencia de Europa y América del Norte, que tiene una fuerte tradición en esta materia.
Sin embargo, destacó que ha habido mucha producción, pero bajo otra lógica. “Se han hecho muchísimos estudios comparativos, muchísimos, pero no bajo la perspectiva de la educación comparada”.
Sobre su ponencia, comentó que fue “un intento de valorar el desarrollo de la educación comparada. Es una tarea que en Latinoamérica tenemos no solo pendiente, sino una oportunidad histórica por varios motivos: hay una crisis del modelo neoliberal en el mundo, hay problemáticas educativas, hay mucha innovación y estrategias nuevas que se están desarrollando en América Latina (…). Este es un momento en que el mundo tiene mucho que aprender de América Latina”. (Fin /Texto: María T. Chávez /Foto: Orlando Ugueto)
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